Los pasados 29 y 30 de enero se celebraron en el Círculo de Bellas Artes de Madrid una serie de encuentros relacionados con la Gestión Cultural. Como en anteriores ediciones ha sido una fiesta de la cultura, con más de 600 profesionales participando en 60 actividades. Éstas han abarcado desde propuestas de archivo japonesas, reflexiones en relación al actual papel del ciudadano en la cultura, las posibilidades de emprender dentro y fuera de nuestras fronteras, etc. Pero en esta ocasión se han presentado novedades: Dar en la clave, espacio de reflexión para la búsqueda de claves que guíen al sector cultural contemporáneo y En café illy con… que han supuesto encuentros con profesionales de la cultura.
Otra iniciativa muy interesante está constituida por 10×10 Pública, que se dedica a apoyar propuestas culturales innovadoras, teniendo sus integrantes la posibilidad de presentar sus proyectos y obtener ayuda económica para ponerlos en marcha.
De las conclusiones más importantes de estos encuentros podemos destacar las siguientes:
En cuanto a lo relacionado con contenidos se habló de una apuesta clara por la educación, ésta supone uno de los pilares principales en muchos más aspectos de la vivencia cultural y su desarrollo, tal y como veremos más adelante. También es fundamental un enfoque transversal, considerar la participación del público, el trabajo en red y el fomento de la diversidad.
El marketing cultural debe encaminarse a un trabajo por y para los públicos. Se ha circundado en torno a conceptos como la conexión, el conocimiento, la consolidación de comunidades, y la más importante, la apertura a la participación del espectador.
Finalmente, un aspecto delicado y que requiere, ahora más que nunca, una búsqueda de soluciones es la financiación cultural. En este sentido se habló, por un lado, desde dentro, desde el sector profesional es necesaria una mejor manera de vender la cultura al resto de aspectos que tiñen la vida social. Otras dos vías son el aprovechamiento del patrocinio, y, especialmente, la venta en el mercado internacional. A este respecto, son muchas las ayudas existentes que, por desconocimiento, no son aprovechadas.
La cultura es vital para el desarrollo de una nación y para generar el espíritu crítico en los ciudadanos. Este tipo de contextos son fundamentales como ejercicio de reflexión, encuentro y bocanadas de aire fresco que permitan a los profesionales del sector seguir en la brecha.